Negros nubarrones se ciernen sobre nuestras desprotegidas cabezas. Gritos de dolor y quejidos infernales desgarran la noche de nuestros tiempos. ¿Es la guerra? ¿El cataclismo universal? No, es la entrada al oscuro bosque de la distribución de películas.
Un distribuidor es un ser humano (les juro que esto es verdad y no una expresión deseos) que se dedica a adquirir derechos de explotación de películas gastando lo menos posible para después vivir dándose de hostias con los exhibidores a los que el sólo oír la frase: “es una peli nacional” les genera horribles convulsiones que sólo las cura la contra frase: “pero hay dinero de la tele y está el actorcito este de la serie de moda tal”. Si esta frase no funciona también se puede probar con: “estréname esta que después te traigo “WONDER WOMAN 8 – La venganza de la teta talibán”. Dónde Diana descubre que su seno derecho, es en realidad un talibán infiltrado que quiere volar la estatua de Rocky que hay en Filadelfia”
LA REUNIÓN CON EL DISTRIBUIDOR O EL REFINADO ARTE DE LA UTILIZACIÓN DE LA PALABRA
Supongamos, como les pasa a la gran mayoría de directores independientes, que su película está recién acabada, todavía no ha comenzado el circuito de festivales y necesita estrenarse cuanto antes para poder recuperar el dinero y pagar los cientos (siendo benévolos) de deudas pendientes. Con este panorama, usted va a la reunión con el distribuidor, allí oirá una serie de frases o palabras que dirá su interlocutor y que parecen una cosa pero quieren decir otra.
A continuación una pequeña guía donde verá en mayúsculas la palabra dicha por el distribuidor y seguido lo que realmente está pensando:
“INTERESANTE”: la peli me pareció una mierda inclasificable e invendible pero, antes que nada, soy un tipo educado y después, mirá si llega a gustar a los críticos o pega un batacazo en algún festival y yo me pierdo el negocio. Así que sigamoslé la corriente a ver a donde llegamos porque de última la saco sólo en DVD que no me cuesta nada.
“ES DE DISTRIBUCIÓN LIMITADA”: No está mal, pero yo no pongo una puta moneda porque si me va mal no la recupero ni estrenando Wonder Woman 8 y eso que tener una teta talibán debe ser digno de verse y encima me acuerdo ahora como me calienta la Wonder Woman desde que era chico y me pongo como una moto.
“CREO QUE PODEMOS HACER ALGO”: ¡La mierda que está buena la peli de este reventado. Sin un duro (o sin un peso según en que parte del atlántico se dé este pensamiento), sin actores conocidos pero me encantó!. Tranquilo, tranquilo, no lo voy a transmitir porque no pienso poner una moneda y les voy a hacer creer que les estoy haciendo un favor al tomarla y estrenarla. Así me la quedo por nada y le saco una buena diferencia. Total le pego un llamadete a mis dos críticos amigos de los dos principales diarios nacionales para que me hagan una buena reseña y con meter un puñado de espectadores ya tengo para la última cuota del piso en Puerto Banus donde me pienso rajar con mi secretaria y a mi familia y la frígida de mi mujer que le den por c…
“Perdón”, interrumpe el director de la peli que lleva 10 minutos de silencio después de que preguntó: “¿Y, qué te pareció la peli?”
Vamos dejando esta cordial reunión de negocios, sonrisas, apretón de manos y vaya a saber Dios que habrá pasado. Sorprende ver como el distribuidor sale corriendo de su oficina, se cruza al kiosko de revistas y se compra un par de ejemplares de la Wonder Woman para después encerrarse en el baño de la oficina.
¿Y el director? Ah, ese va calle abajo a tomarse un café y prepararse para el próximo round.
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