RECETA PARA PREPARAR UNA PELÍCULA INDEPENDIENTE ARGENTINO ESPAÑOLA
Tiempo de preparación: No menos de 2 años
Cantidad de personas: Sólo Dios sabe. Aunque día a día, cada vez menos.
Ingredientes:
Guión 1
Co productores 2
Actores Varios
Dinero Poco
Paciencia, perseverancia y otra vez más paciencia A gusto.
Preparación:
Se escribe un guión. Se dedican entre 2 y 6 meses para pensarlo, diagramarlo, escribirlo, re escribirlo, tirar a la basura 2/3 partes y volver a escribirlo. Todo esto mientras se trata de vivir, pagar las cuentas y el alquiler ya que NADIE PAGA POR QUE ESCRIBAN UN GUIÓN. Es decir que hay que hacer lo que surja: trabajar de técnico en rodajes de spots publicitarios de 29 horas al día de promedio, ayudante de maquillaje en teatro, lo que guarda gran relación con la actividad del guionista o ser auxiliar de dirección en series de TV, llevándole café a los actores, para los cuales siempre está demasiado frío, demasiado caliente, demasiado poca leche o demasiada leche. Es increíble lo importante que es la palabra DEMASIADO, para el rubro de actores. Por cierto, uno pasa a ser un especie de sub humanoide que no es capaz de preparar ni un café y por eso mismo sólo puede trabajar de auxiliar de dirección de TV.
Una vez digerido todo lo anterior y batido a punto nieve, tenemos terminada nuestra primera versión de guión. La damos a leer a nuestros amigos, colegas y conocidos con criterio, para que evalúen, sopesen y critiquen. Dejamos reposar unas semanas y cuando tengamos las devoluciones pasaremos a pelearnos con nuestros detractores, con los aduladores que prefieren conservar nuestra amistad antes que decirnos lo que realmente opinan de nuestra obra y que no quieren devolver la copia porque tiene la medida justa para ponerla debajo de la pata de la mesa del comedor que se bambolea.
Revolver la preparación, agregar sal y orégano y convencidos de nuestro material lo llevamos a un Productor a 100 grados durante un tiempo.
PASO 2 – PREPARANDO LA COCCIÓN:
Invertir en un par de copias del guión debidamente encuadernadas y previa persecución vía mail, teléfono y móvil de entre 15 días y 3 meses (este tiempo puede variar y es aproximado ya que depende de las amistades y experiencia del cocinero) finalmente le entregamos el guión al productor, quien sin leerlo, lo sofríe en cebollita picada y ahora el guión pasa a llamarse: PROYECTO. Lo espolvorea con harina de trigo virgen, que en este negocio es lo único que encontrarán virgen, y lo presenta a las ayudas públicas para conseguir el dinero para realizarlo
Hagamos en este punto un paréntesis para aclarar a aquellos que son nuevos en esto de la cocina cinematográfica algo que seguro les está llamando la atención. “El productor presenta el proyecto para conseguir ayudas públicas que le den el dinero…” Pregunta: ¿Cómo, el productor no es el que pone el dinero y hace la película?, Respuesta: “Usted es tonto o que?. Jamás”. El productor consigue el dinero del estado. Sólo es un gestionador de ayudas. Mientras más amigos y contactos tenga en los organismos que dan las ayudas, pues mejor productor será y otros productores y asociaciones de productores le otorgarán las “Estrellas Michelin” de gran productor. Aclarado esto, chequeamos que no se nos pase de harina y llevamos a horno moderado el tiempo que tarde el organismo en decirnos si somos elegibles o no para que nos den el tan ansiado dinero.
PASO 3 – EL ACOMPAÑAMIENTO DEL PLATO PRINCIPAL: LA ENSALADA DE LAS AYUDAS PUBLICAS
El proyecto que tenemos en el gran horno de las ayudas públicas, va cociendo lentamente, cuando esté dorado por arriba y tiernito por dentro, cuando parece que hay que sacarlo del horno, es cuando más cuidado se tiene que tener porque los organismos públicos de ayuda y financiación en nuestros países están atados a los vaivenes económicos tanto internos como externos. Para mayor información sobre este tipo de cocción consulte: “ayudas públicas o como el sushi puede saber a poco” .
Rociamos con agua la preparación y la damos vuelta para que se cueza de los dos lados. Es en ese punto en que nos damos cuenta que el productor ha conseguido la ayuda pero que esta no alcanza para realizar todo el proyecto. No importa dice el productor ante el horno y continúa: como es una coproducción entre lo que tenemos nosotros y lo que tiene nuestro co productor podemos finalmente filmar.
Todo se pone en marcha, se buscan los mejores lugares para filmar, se contacta a los actores que se puede pagar y que ayudarán a dar gustito a la preparación y cuando todo parece listo para servir e ir a la mesa, el mundo se hunde en una de las peores crisis financieras de su historia. Los coproductores europeos se rasgan las vestiduras y huyen aterrorizados al grito de “Todo se ha acabado, sálvese quien pueda”. Simplemente abrir el horno para ver como va la cocción y echar un puñadito de sal suena más peligroso que embadurnarse en salsa barbacoa y aroma de bife de lomo y meterse en la jaula con tres leones que no comen hace 6 días.
Nuestro productor que a estas altura se transforma de un simple gestor de dinero en un pobre tipo que cree en su pequeño proyecto apela a lo que sea con tal de que le den parte del dinero que le han prometido. Consigue que le confirmen que tiene el dinero pero del gran horno de las ayudas estatales, le dicen que lo tendrá ni bien entregue terminada la película?!?!?!?!?!.
Cómo terminar la película sin el dinero que se necesita para hacerla?????. El gran misterio y maravilla de dedicarse a este tipo de cocina. El productor agacha la cabeza y corre confiado a contar la situación a los socios que tiene en su empresa, los cuales lo arropan, comprenden, consuelan y muy tranquilamente le dicen que es un momento muy incierto y que no le van a dar un carajo hasta que no pase el temporal financiero internacional. Los cocineros, productor y director se preguntan porque cuernos se les ocurrió preparar un plato que se llama película y cuyo ingrediente principal es el dinero.
Para terminar y antes que se queme la preparación, nuestros cocinero hablan con medio mundo: otros cocineros en igual condición, amigos, familiares con dinero de sobra y ganas de perderlo en comer este plato, ex compañeros de colegio y universidad hasta que milagrosamente logran apoyos suficientes como para financiar el proyecto. Entonces y sólo entonces, correr al horno, hechar sal, pimienta, bañar la preparación en una salsa riquísima de frutos del bosque y vino tinto, colocar y presentar en una fuente de metal muy bonita, limpiar los bordecitos de la fuente y servir con una hojita de perejil para decorar.
Han pasado por lo menos 2 años y medio, los cocineros están agotados y es en este momento que finalmente podrán filmar ese pequeño guión que fue el comienzo de todo esto.
Buen provecho y a filmar la película.
hagamos una peli de esto dieguito. Total ya tenes el guión practicamente escrito. Eso si esta vez el cámara soy yo jejejejejeej
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