viernes, 21 de enero de 2011

EL SONIDISTA


Después del productor, que es el que paga los sueldos, sin duda el sonidista es la persona que puede llegar a ser la más combatida por los demás técnicos de una producción. ¿Por qué? Como respuesta vaya esta serie de simpáticos ejemplos que se repiten una y otra vez en cada película, tenga el presupuesto que tenga:
¡HAY FRECUENCIAS EXTRAÑAS QUE USTEDES NO ESCUCHAN PERO MI MICRÓFONO SI!
El locador o jefe de locaciones, pasa semanas montado en coche, taxi, buses, trenes, bici, caminando, fotografiando y presentando lugares que se asemejen a lo que dice el guión para ser los decorados donde transcurrirá nuestro rodaje. Una vez que logra que el director le apruebe uno de ellos y de haber convencido a los dueños de que el poco dinero que cobrarán por dejar que filmemos allí está muy bien y que no son ciertos esos “rumores” que dicen que por donde pasa un rodaje no vuelve a crecer el césped  o que es peor que dejarle tu casa a Atila y sus amiguetes para una noche de borrachera y drogas en donde piensan decapitar a varios no amiguetes con las tablas de tu parquet, todas las cabezas de equipo se montan a su vez en una camioneta y salen para el mencionado lugar a hacer lo que se conoce como “Scouting técnico”.
Allí van, llenos de ilusión y alegría, el director, el jefe de producción, el de locaciones, el dire de Foto, el o los de arte (estos son como las mujeres cuando van al baño, siempre van de a dos o más) y el sonidista.
Todo es buen humor, risas y amistad hasta que 22 segundos antes de que la camioneta se detenga frente a la puerta del lugar, ya no podemos decir que va UN GRUPO de colaboradores. Ahora, y por cuestiones que escapan al entendimiento de este humilde narrador, son 2 GRUPOS: en uno todos menos el sonidista, en el otro: el sonidista, sus auriculares y un micrófono pequeñito pero que puede oír los ruidos digestivos de un coreano cenando en Pyongyang una tartaleta de huevos. Es decir algo muy, muy lejano.
Recorren el lugar, sonríen a los dueños super ilusionados porque van a hacer una peli en su casa mientras todos piensan para sí mismos: “¡Pobres, no saben en lo que se meten!” para finalmente juntarse en el comedor y debatir las posibilidades. Veamos el siguiente diálogo:
Director: (Triunfal) ¡Por mi ok!
Jefe de Producción: (Discreto pero relajado): Por mi ok. El precio está bien, podemos filmar cuando queramos, pintar y cambiar lo que quieran. Además en el garaje puedo montar el catering para el equipo y nos dejan gratis el piso de al lado para maquillaje, vestuario y que estén los actores.
Dire de Foto: (hablando por el móvil porque siempre están con varias cosas a la vez) Ok, muy cómodo
Arte: ¡¡ Genial, genial, nos re encanta!! (Los de arte son de usar este tipo de expresiones para decir que por ellos está ok)
Cuando todos están a punto de felicitar al locador y descorchar el champán con los dueños, se oye la vocecita del sonidista desde el fondo:
Sonidista: (Sorpresa forzada) ¡¿Acá vamos a filmar?!. Pero si el suelo cruje, las ventanas son de vidrio finito y se oye el baño del tipo de la otra manzana y… eso qué es…Uh no! Tengo una frecuencia que ustedes no oyen pero yo sí de -3,12 Db y eso no se puede sacar en post producción. ¿por qué no vamos a la que vimos hace 15 días?
Jefe de Prod.: ¿Quizás porque es chico, tenemos más de 3 horas de viaje y el lugar más cercano para comprar cualquier cosa está a 124 kms?
Sonidista: Pero es más silencioso que esto.
Tres cuartos de hora de discusión más tarde, dos intentos del locador de clavarle el microfonito en el cogote al sonidista y haber rechazado 8 ofrecimientos de calma y tazas de té de los dueños, todos acuerdan cagarse en el sonidista y filmar allí de todas formas. 
Ejemplo de sonidista pescando ruiditos
EL SONIDISTA Y LOS ELÉCTRICOS, UN AMOR A PRIMERA VISTA
Para poder iluminar y darle ese toque tan especial a la película que usted disfruta en el cine se usan luces de gran potencia. Para alimentarlas no usamos los tomas de las casas porque sencillamente volaríamos la instalación de toda la manzana. Se usan unos generadores enormes de 175 KVA o más, que son insonoros, pero como todo en esta industria, SUENAN. Por eso hay que colocarlos lo suficientemente lejos de la locación pero lo suficientemente cerca para que alcancen los metros de cable con los que contamos. Puedo asegurarle que conectar y desplegar 150 metros de cable de 380V todos los días no es muy agradable.
Por supuesto, el lugar que encuentra el locador después de convencer a todos los vecinos de esa calle que ese aparato inmenso no hace más ruido que una mosca moribunda aleteando a 1 km de sus casas, dicho lugar es rechazado de plano por el sonidista que auriculares puestos y cara de enojo porque tuvo que caminar 150 metros dice: “Lo escucho y ese ruido no se puede sacar en post producción”
Arrastrando cables, los pies, el orgullo, el armatoste de 175KVA que pesa un huevo de elefante y medio y jurando venganza, los eléctricos y el locador empujan el trasto a más distancia.
 LA VENGANZA LLEGA EN FORMA DE RUIDITO
El tiempo apremia, falta más de la mitad del plan de hoy, la tensión en el set se corta con un aliento. En medio de una toma que está quedando perfecta y que es sin dudas la más complicada del día, un grito feroz estremece el lugar: ¡¡¡CORTEN!!!
El director busca con su mirada al que osó cortarle un plano en la mitad, mientras con la mano derecha agarra el cortaplumas de su asistente y se regodea imaginándolo clavado en la garganta del culpable.

Ejemplo de  director a la caza del sonidista que cortó el plano.




Todas las cabecitas se giran formando un caminito hacia el sonidista que con los auriculares puestos y una tranquilidad exasperante dice: “es que tengo un ruidito y eso no se puede sacar en post producción”. Dos milésimas de segundo antes que el cortaplumas se incruste en su silla, ya se ha levantado y busca obsesivamente la fuente de dicha perturbación sonora.
En seguida, todo el equipo hace “orejitas” y ayuda en la búsqueda mientras el asistente pide su café número 166 y se desmorona en silencio. Obviamente, sólo por casualidad y casi media hora después descubren que el ruidito lo produce un cable de una de las luces al apoyarse sobre el cable del micrófono. El problema es subsanado, el director se prepara a rodar nuevamente el plano, todos respiran aliviados salvo los eléctricos que acaban de volver de arrastrar el generador y se arrodillan a agradecer a todos los santos del cielo por haberles enviado su esperada venganza. A partir de ese momento, se entretendrán poniendo al “descuido” ese cable sobre el del micrófono un par de segundos antes de cada toma.
¡¡GRABA SONIDO!!
El sonido es tan importante como la imagen. Sin un buen sonido no nos impactarán tanto las explosiones o los tiros o los llantos o un buen polvo en la pantalla. Esto es cierto en el 100x100 de los casos.
Si un sonidista te dice que algo quedará mal, no hay duda que así será. Así que más allá de chistes, si te vas a dedicar a este trabajo ten esto en cuenta y haz como el sonidista: ESCUCHA.