Si el cine te encanta pero después de leer este blog pensás que sólo un demente o un masoquista puede dedicarse a algo semejante, lo mejor es que juntes dinero y te sumes a una franquicia de multicines extranjeros y te conviertas en EXHIBIDOR.
Aquí te dejamos de forma gratuita y casi religiosa estos mandamientos que nunca fallan para llevar adelante tu negocio:
Primero: Toda película nacional que no tenga mucho dinero o canal de TV detrás, debe verse lo menos posible.
Segundo: Siempre te beneficiarás de las ayudas públicas a la exhibición pero buscarás la manera de no respetar las cuotas de pantalla y que nadie se de cuenta.
Cuota de pantalla: dícese del manotazo de ahogado de los gobiernos para defender su más que maltrecha cinematografía obligando a los cines a dar prioridad a los productos nacionales frente a las pelis extranjeras (Léase americanas, que por cierto dominan la distribución y exhibición en los países de dichos gobiernos). Es decir, lo mismo que hacen todos los países con industrias nacionales tipo la agricultura, la automotriz, etc.
Esta prioridad puede consistir en que se mantengan en pantalla las producciones nacionales por lo menos por 2 semanas, o sea 2 fines de semana como mínimo, o controlar la cantidad de producciones extranjeras que se estrenan en una misma semana, etc
Tercero: Si tienes un multi cine y anuncias las películas con carteles electrónicos, siempre debe romperse o no funcionar la línea donde se anuncia la producción nacional.
Cuarto: Cuando la productora independiente te envíe los carteles para el estreno ponlos para que se vean bien. Pero en cuanto hagas el primer pase, por lo general el de la mañana o el de las 14:00 Hs a los que no suele ir ni la madre del director, quítalos y pon los de tu próximo estreno extranjero que será dentro de seis meses.
Si alguien de la productora independiente pregunta por qué les has sacado dichos carteles que les costaron un huevo y medio. Oféndete y llévalos de mala manera a ver como están “muy bien” colgados en el pasillo que lleva al sótano.
“Pero acá no los ve nadie” dicen los de la productora con esa vocecita típica de subversivos antisistema. Oféndete aún más y replica con dignidad: “¡¡Cómo que no!! Cuando la gente baja por la escalera puede ver el ángulo superior izquierdo y las dos primeras letras del título. El público es muy inteligente hoy en día, así que el resto lo sacan por contexto”
Quinto: Instruye bien a tus boleteros (los que venden los tickets) para que al ser consultados por algún cliente que no consiguió entradas para la peli que tenía en mente y les pregunte por esa peli nacional, ellos pongan cara de inocentes y digan: “la verdad que yo iría a ver Wonder Woman 8”
PEQUEÑA APOSTILLA PARA LOS ESPECTADORES: Si usted va al cine y no sabe que ver o no consigue entradas para la que tenía en mente, no le pregunte su opinión al chico de los tikets, (que tiene una gorra, una camiseta, un pin con las palabras WONDER WOMAN 8 y que encima antes de que diga usted nada le sugiere que si compra una entrada para dicha peli le regalan un tarro extra super grande de palomitas y una modelo en bikini o el doble idéntico de Brad Pitt, según sean sus preferencia sexuales, le hará un masaje de pies durante toda la proyección), que le recomendaría ver. Algo nos hace pensar que su opinión puede que esté un poco condicionada.
Sexto: Al ser preguntado o cuando la industria se movilice por la precariedad y la competencia desleal, usted debe apoyarles siempre, pero diciendo que el verdadero problema es la piratería y que la gente se baja las pelis de internet.
Séptimo: Una película americana mala es sólo una peli americana mala, una peli nacional mala es igual a: el cine nacional es una mierda.
Si cumple con estos mandamientos, su negocio estará asegurado y este carnaval en el que estamos todos metidos y nos hemos acostumbrado a vivir seguirá por los siglos de los siglos, amén.
Al fin y al cabo, los que tienen la culpa son los directores y productores que filman películas que no les interesan a nadie, son unas pajas mentales qué sólo sirven para ganar festivales internacionales y generar interés, reconocimiento y negocios con otros países pero que al público le importan una mierda. Claro que cómo le van a importar si la mayoría de las veces ni se enteran que esas pelis existen, aún cuando logren estrenarse.
Quedémonos con una frase de un amigo y conocido director premiado en festivales internacionales muy importantes cuando yendo a tomar el metro se encontró con su peli, que no pudo sostener en pantalla más de una semana, pirateada y a la venta en el top manta (venta ambulante): “¡¡He llegado!!” se dijo a sí mismo mientras sonreía, le pagaba al tipo 5 pesos (menos de un euro) y se llevaba su propia obra a casa.